miércoles, 10 de noviembre de 2010

AL RESCATE DE CUASIMODO

Son muchos los quilicuranos que aún recuerdan que algunos se subían a los cerros de Renca para, con una seña, indicar que venía la gran caravana de Cuasimodo. Había gritos y festejos. Cada vez que se acercaban más, corrían nerviosamente a preparar los últimos detalles. Al principio era sólo una polvareda lejana, que pronto hacía ver el carruaje del señor cura y la tropa de engalanados acompañantes, que entre gritos y rezos salían a correr a Cristo. Había cierta majestuosidad, los caminos eran sólo de tierra, el sol abrasador, el polvo, los rezos y las casas arregladas. Por su parte, los enfermos que esperaban, nerviosos y emocionados



Delegación del fundo San Luis, se dirigía a Renca para participar del Cuasimodo
(1945), facilitada por don Germán Riveros.


                                 Desde la década del ’80, el Cuasimodo se independizó y organizó en una asociación; la iglesia Católica ha luchado por mantener la pureza de la tradición y el comportamiento religioso de las distintas comparsas. Además, si bien siempre ha llamado la atención de la autoridad política, los últimos alcaldes han subvencionado y apoyado con pertrechos esta actividad. Cada año en el mes de abril, convoca más y más participantes y es normal ver muchas cuadras de caballares, carrozas y mucha gente como un orgulloso público que valora lo nuestro.



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